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Test: ¿En qué arquetipo femenino estás hoy?


¿Alguna vez has sentido que hay momentos en el mes (o incluso en la vida) en los que te sientes con una energía desbordante, lista para conquistar el mundo? ¿Y otros en los que solo necesitas un abrazo calentito y un buen libro? ¡No estás sola!

Desde la sabiduría ancestral de la Medicina Tradicional China y el Ayurveda, hasta la profunda psicología de Jung, muchas tradiciones reconocen que las mujeres somos cíclicas por naturaleza. No solo vivimos grandes etapas a lo largo de nuestra vida, sino que dentro de cada mes, en cada proyecto que emprendemos, incluso en nuestras emociones, hay ritmos diferentes que nos marcan.

Vamos a explorar cómo se sienten estas fases en el día a día:

  • La Doncella: Imagina esa sensación de despertar a un nuevo día lleno de posibilidades. Te sientes entusiasmada, curiosa, con ganas de empezar cosas nuevas. Es como si tu mente estuviera llena de ideas brillantes y tu energía fuera fresca y ligera. Quizás te apetezca probar actividades nuevas, socializar y tu creatividad esté a flor de piel.


  • La Madre: Sientes una necesidad natural de cuidar, nutrir, tanto a ti misma como a los demás. Hay una sensación de estabilidad y calma. Te sientes más paciente, empática y quizás con ganas de crear un ambiente hogareño y seguro. Tu energía es más constante y te sientes más conectada con la tierra.


  • La Hechicera: Aquí la energía se intensifica. Puedes sentir una mayor intuición, una conexión profunda con tus emociones y un deseo de transformación. A veces puede sentirse intensa, como una ola que te impulsa a cambiar cosas o a mirar hacia dentro. Es un tiempo de introspección, de confiar en tu sabiduría interior y de dejar ir lo que ya no te sirve.


  • La Anciana: Llega una sensación de calma, de sabiduría acumulada. Puede que sientas menos necesidad de actividad externa y más ganas de reflexión, de estar contigo misma. Es un tiempo para integrar lo aprendido, para soltar y prepararte para un nuevo ciclo. Tu energía es más pausada, pero profunda y llena de entendimiento.


Un Mini Test para Escucharte:

Piensa en cómo te has sentido en los últimos días o en este momento. Elige la opción que más resuene contigo:

  1. Últimamente me siento: a) Llena de ideas y con ganas de empezar proyectos nuevos. b) Con ganas de cuidar de los demás y crear un ambiente armonioso. c) Intuitiva, con emociones intensas y necesidad de cambios. d) Con ganas de tranquilidad, reflexión y poco movimiento.

  2. Mi energía ahora mismo es: a) Fresca y ligera. b) Estable y constante. c) Intensa y a veces cambiante. d) Pausada y reflexiva.

  3. Mis prioridades actuales son: a) Explorar, aprender y experimentar cosas nuevas. b) Crear seguridad, nutrir y mantener la armonía. c) Escuchar mi intuición, transformar y soltar lo que no sirve. d) Descansar, reflexionar y conectar conmigo misma.

Mayormente (a): Podrías estar vibrando más en la energía de la Doncella. Mayormente (b): La energía de la Madre podría estar más presente en ti. Mayormente (c): Es posible que estés sintiendo la fuerza de la Hechicera. Mayormente (d): La sabiduría de la Anciana podría estar guiándote.

¿Por qué es importante reconocer en qué fase estás? (¡Y cómo influye en tu alimentación!)

Entender en qué fase te encuentras te da una brújula interna muy valiosa. Te permite dejar de luchar contra cómo te sientes y empezar a fluir con tu propia naturaleza cíclica.



Y sí, ¡esto tiene mucho que ver con cómo te nutres!



  • En la fase Doncella: Tu metabolismo puede ser más rápido y quizás te apetezcan alimentos frescos, ligeros y llenos de energía, como frutas, verduras crujientes y comidas más ligeras.

  • En la fase Madre: Tu cuerpo puede pedir alimentos más nutritivos y reconfortantes, que te den estabilidad y te hagan sentir "en casa". Guisos suaves, granos integrales, proteínas de calidad y verduras cocidas pueden ser tus aliados.

  • En la fase Hechicera: A veces, en esta fase, el cuerpo puede pedir alimentos más intensos o incluso antojos específicos. Escuchar tu intuición es clave, pero también ser consciente de no caer en excesos. Alimentos ricos en nutrientes que te aporten equilibrio emocional, como grasas saludables y alimentos ricos en magnesio, pueden ser útiles.

  • En la fase Anciana: Tu cuerpo puede pedir comidas más suaves y fáciles de digerir. Sopas nutritivas, infusiones calientes y alimentos que te aporten calma y bienestar pueden ser reconfortantes.


Al sintonizar con tus fases, puedes alimentar tu cuerpo de una manera que apoye tu energía actual, en lugar de ir en contra de ella.


Esto no se trata de reglas estrictas, sino de escucharte con amabilidad y responder a lo que realmente necesitas en cada momento. ¿Qué te parece esta perspectiva? ¿Empiezas a notar cómo tu apetito o tus antojos cambian según cómo te sientes? ¡Comparte tus observaciones! Con cariño, Lenka


 
 
 

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